Premoniciones
El niño se levantó, abrazó a la camarera que cerró los ojos un momento, recibiendo el abrazo. Agarró, de nuevo, la mano de Jonás y tiró de él con suavidad.
—Vamos, debemos huir de la reina roja y encontrar al sombrerero.
El niño se levantó, abrazó a la camarera que cerró los ojos un momento, recibiendo el abrazo. Agarró, de nuevo, la mano de Jonás y tiró de él con suavidad.
—Vamos, debemos huir de la reina roja y encontrar al sombrerero.