Llamando a las musas


Bienvenido de nuevo, oniro, a mi humilde cubil.

Hoy os voy a hablar de cómo interactuar con el mundo onírico para obtener inspiración.

Si ya habéis leído Oniros habréis descubierto que una de mis teorías, y no solo mía, sino de otros que saben mucho más que yo, es que en el Onyro (mundo de los sueños) podemos encontrar ya a nuestra disposición el conocimiento pasado, presente y futuro. ¿No os ha pasado, como escritores o creadores, que habéis tenido una idea cojonuda y al sentaros a plasmarla ya hay otro que lo ha hecho? Pues bien, según mi teoría, eso es otro que corrió más que tú. Recuerda que el mundo de los sueños es el mundo de las posibilidades y las ideas.

Rick Rubin, en su maravillosa obra, el arte de crear, nos dice textualmente: Oigo el susurro del agua que corre a lo lejos. Y diréis, ¡qué ida de olla! Pues no, ¿qué tienes que hacer para escuchar el susurro del murmullo del agua a lo lejos? Pues prestar atención. Eso tan sencillo a priori y tan complicado en la práctica y más en este jodido mundo lleno de estímulos, digamos comerciales. Para poder prestar atención primero tenemos que vaciar nuestra mente, todavía más complicado, y dejar que nuestro cerebro observe y escuche (que sienta) sin juzgar. Abierto a la experiencia. Si no, y parafraseando de nuevo a Rubin: Llega alguien. Abro los ojos. Y todo desaparece.

Pues a la hora de explorar tus sueños con la intención de llamar a las musas pasa igual, debes centrar la experiencia, y estar abierto a todo lo que veas. No juzgues, solo apunta y recuerda. Ten en cuenta que incluso si en tu vida diaria, en la vigilia, no has prestado la suficiente atención, el sueño te ofrece una segunda oportunidad. Cuando dormimos gran parte de nuestra vida interior, y de los datos recopilados en la exterior, se reorganiza, clasifica y actualiza. Eso pasa porque tú no lo viste, pero tu inconsciente sí. El sueño es necesario para resetear nuestro cerebro y así digerir lo que hemos visto y que, aunque no le hayamos prestado atención en el exterior, nuestro interior ha visto necesario registrarlo. Por si acaso…

¿Has escuchado alguna vez lo de:voy a consultarlo con la almohada? Pues bien, algunos autores llaman a eso: pregúntale a Morfeo. Si has leído Oniros (déjame que sea pesado que me ha costado mucho escribirlo), habrás comprobado por la explicación de Diego que Morfeo era el principal de los oniros, todos ellos hijos de Hypnos (el sueño) y de Nix (la noche). Morfeo le debe precisamente su nombre a la capacidad que tiene de adoptar cualquier forma y es él quien responde, con esos cambios, a nuestras dudas.

Pues bien, llegado a este punto, tenemos que una de las formas de llamar a las musas es solo prestar atención a tus sueños y estar pendiente de información que está esperando a ser desvelada en la vigilia, como le pasó a Piris Reis y su mapa (espero que esto no lo lea Jesús Callejo).

Y de otra parte tenemos lo que hemos llamado: pregúntale a Morfeo. Pues bien, en esta segunda parte es donde encontramos un concepto muy interesante, y usado en la película Origen del dios apellidado Nolan, que no es otro que: incubar un sueño.

La incubación es un proceso a través del cual se desarrolla una interacción de doble dirección con el Mundo onírico. Ya he dicho, si no lo he dicho, lo digo, que nosotros podemos influir, impactar y condicionar nuestros sueños mediante estímulos externos: olores, sonidos, música e incluso palabras. Con palabras me refiero tanto al proceso tan referido en sortilegios de magia blanca como es escribir tu pregunta en un papel y dejarlo bajo tu almohada al dormir, como rezar una oración con fe buscando la respuesta. Y la pregunta puede ser cómo acabar ese capítulo, qué hacer con tal personaje o cómo conseguir que surja el amor. En el mundo Maya por ejemplo, tenían un mural de jeroglíficos llamados la escritura nocturna, donde reflejaron las respuestas tras sus oraciones por ellas. En el mundo antiguo también tenemos muchos ejemplos de incubación de sueños, incluso con una finalidad curativa. Recuerda que antiguamente se curaba con sueños en algunas culturas. Lo importante, y he ahí el quid de la cuestión, es que exista un estado previo de certeza.

¿Qué significa eso? Que te sientas como si ya tuvieras la respuesta, o que seguro la vas a tener. ¿Te suena? Sí, en la ley de la atracción se usa mucho este concepto. No olvides que la ley de la atracción solo es una de las siete leyes universales.

Pero no me voy por las ramas. Vamos a lo que os ha traído aquí: ¿Cómo usar los sueños para tu creatividad? Pues, a modo de resumen, te diré las tres formas:

  • Preguntando a Morfeo.
  • Prestando atención.
  • Ensayando posibilidades diferentes a tus historias en lo que yo llamo hacer un Dr. Strange.

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Nos vemos en los sueños. JJ Conti.

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